Los hermanos Vilaseca se juntaron en la sede de Old Boys & Old Girls para charlar acerca de sus inicios en el deporte, sus vivencias con la casaca azulgrana, de sus vínculos familiares con el club y de las experiencias que disfrutaron en las Copas del Mundo del 2015 y del 2019.
Sentados en frente a la estufa de la sede e intercambiando miradas cómplices y recuerdos con nostalgia, los tres comenzaron a recordar momentos de su infancia.
Santiago, el mayor de los tres, contó que “toda la vida estuvimos muy ligados al deporte, desde siempre. Desde mi nacimiento y el de mis hermanos siempre se vivió a pleno, sobre todo el fútbol. Éramos muy fanáticos, aunque no nos lo inculcaron. Se dio naturalmente, de mirarlo por televisión, de jugarlo, de pedir camisetas cada vez que mi vieja se iba de viaje. Jugábamos permanentemente en el jardín; vidrios rotos, plantas rotas, pelotas a la casa del vecino, era el día entero pensando en fútbol”.
Federico, el del medio, agregó:
“Es así. Mi primer recuerdo vinculado a los deportes es con Santi jugando de chico en el Cricket, siendo campeón en Baby Fútbol. Es el primer vínculo que recuerdo, aunque después fue mutando para otros deportes en la familia. Pero es como decía Santi, siempre mucho fútbol”.
Por su parte, Andrés contó que “yo era más chico y mamaba todo de ellos. Lo que ellos hacían, yo iba atrás y ellos fueron los que me llevaron de la mano. En casa se respiraba deporte y yo me fui acoplando ahí. La pasábamos muy bien, nos divertíamos mucho”.
LOS MUNDIALES DE RUGBY
Los hermanos Vilaseca han podido disfrutar, en los últimos años, de experiencias maravillosas, como el hecho de vivir juntos los Mundiales de Rugby.
En 2015, Santiago y Andrés compartieron cancha en la Copa del Mundo de Inglaterra y Federico estuvo a cada paso acompañándolos desde la tribuna. En 2019, Andrés fue el representante en la cancha durante el torneo disputado en Japón, que contó con Santi y Fede apoyando desde afuera.
Sobre la primera experiencia, la de la Copa del Mundo de Inglaterra 2015, ‘Chalo’ recuerda que “fue impresionante. Fue algo que jamás lo había soñado. No me había imaginado jugar un Mundial, y vivirlo con Andrés dentro de la cancha, acompañado por Fede, por mi madre, mi mujer, es algo para pellizcarse y que con los años lo vas valorando más. Hoy ves fotos, videos, volvés el tiempo atrás y te das cuenta. En aquel momento no lo disfrutabas tanto porque estabas muy metido en el entrenamiento, el partido, la concentración, pero después sí que lo terminás valorando. Partidos, entrenamientos, viajes, la verdad es que fue un sueño. Sabíamos que teníamos los ojos del mundo sobre nosotros, lo que implicaba una responsabilidad, pero también tenía su parte de disfrute. Era algo totalmente desconocido para nosotros, las instalaciones, los estadios, el hecho de estar en la élite con los jugadores que veías por TV y que ahora los tenías en frente, era impresionante”.
Santiago fue el Capitán de Los Teros en aquella Copa del Mundo, algo que lo tomó por sorpresa pocos meses antes de la competencia.
“Te mentiría si te dijera lo contrario. Unos meses antes ya había capitanes designados, pero por diferentes razones del cuerpo técnico me terminaron designando a mí, y quizás ahí dejé de disfrutarlo tanto. Tuve que asumir otro rol, ya que el capitanato implica otra presión, te pone en un plano diferente”.
Pichu pasó la página y contó lo que significó para él vivir aquella experiencia mundialista, con sus hermanos como grandes protagonistas: “es muy difícil de explicar con palabras. Verlos entrar a la cancha encabezando al equipo en el Millennium de Cardiff, que es una catedral del rugby, en un Mundial, fue algo increíble. Pero de todos modos creo que disfruté más el segundo Mundial, con Santi conmigo en la tribuna, porque ahí ya caímos en la realidad de lo que estaban jugando. En el 2015 fue todo demasiado vertiginoso, demasiado rápido, Uruguay hacía muchos años que no participaba y no se sabía ni lo que iba a pasar. Para el Mundial de Japón ya fue diferente, nos preparamos con más de un año de anticipación para ir.