Llegar a la sede de Old Boys siempre es una experiencia agradable. El portón abriéndose lentamente y allá está Miguel haciendo lo imposible para conseguirte un hueco y cuando bajas del auto casi siempre aparece Darío ofreciéndote su puño y un “¿Cómo andas negrito?”

Mocho y su equipo es todo lo que está bien de una cantina de club. Capeando esta tormenta 2020, siempre positivos, tratando de brindarse de la mejor manera y esforzándose en sus platos que la verdad, son riquísimos.

Hay una mesa afuera donde la comisión de rugby trabaja para que los que estamos involucrados en obcrugby tengamos todo lo que necesitamos para entrenar. Conversan, gritan se ríen.

Sobre el deck de madera, los de obcfutbol juntaron varias mesas y se empiezan a escuchar los primeros comentarios del partido que acaban de jugar. Miro a la derecha y veo, allá a lo lejos, a los hermanos  Invernizzi “gastando” al Toto Deus por una volea que dejó en la red.

Pasa caminando el Presidente vestido de ex jugador de futbol y saluda cariñosamente. A su lado, camina un joven de aspecto desaliñado pero laburador, creativo y de muy buen trato. Es Mauro, el nuevo gerente del club.

Desde el gimnasio llegan sonidos de reggaetón y las indicaciones de Maxi y Diego y ya sabes que los chicos se están entrenando. Aparece Alfredo siempre respetuoso, que intercala sesiones de fisio y masajes a Luis Suarez con nuestros jugadores.

El Quincy, incansable, viene con su tapaboca que ya es parte de su imagen dando el ejemplo para que todos hagamos lo mismo. Sin decir nada. Allá veo a Santi Filipelli que se retiró temprano del rugby para ponerse la túnica de médico y quedar a la orden del plantel.

Carpeta en mano y pensando en todo, vienen caminando German y  Mame. ¡Qué lujo de managers! A German lo tenía de los años que entrené entre 2008 y 2011, cuando hacían la pareja perfecta de managers con Chico Sterestein. A Mame lo conocí el año pasado, un crack.

Bajar a la cancha es una sensación siempre linda, pero desde hace un tiempo, parece que estas entrando a un entrenamiento de Súper Rugby. Escudos, conos, camisetas de entrenamiento, agua, frutas, pelotas nuevas. ¡Si Darío tiene que venir con un tráiler todos los martes y jueves para poder mover semejante cantidad de cosas!

Pasa Martín Crosa y Seju con la banda de M19, van con un entusiasmo envidiable, han sabido mantener el fuego prendido por Juanchi Baldomir y Cesar Cat que laburaron un montón de tiempo con los juveniles ¡y hace no sé cuántos años que no pierden un partido!

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